Primera salida y exitosa!…

Pero no fué color de rosa desde que llegamos…

Hoy les quiero contar de nuestra primera experiencia yendo al cine con Emita, hasta el momento no me decidía a llevarla, principalmente por su desagrado ante los ruidos fuertes, sumado a un lugar oscuro y con mucha gente.

Siempre que me entusiasmaba con llevarla al Cine, no había una película que (yo) considerara que sería de su agrado, sobre todo porque Ema es fanática total de Junior Express y Cantando Aprendo a Hablar…

Pero bien, el miércoles pasado nos decidimos, ya Emita tiene 6 años, y aunque aún algunas cosas sensoriales cuestan, estamos de vacaciones, y aprovechamos de ir con su hermana también.

La película elegida: Olé, al principio todo bien, contenta con ir al cine y comer cabritas con bebida. Una vez llegamos allá ya se empezó a inquietar, el lugar no le resultaba familiar, y supongo que ver tanto estímulo visual hizo que inmediatamente quisiera, en sus propias palabras: «otro cine».

Nótese que la cara de: «Ema una fotito».. no es de las mejores… pero así es la vida, y parte de la crianza de un hijo no?, no todo es amor y felicidad ni días color de rosa jajaja…

Preguntenme como con 2 brazos la tome en brazos a ella, y las 2 cabritas y bebidas jajaja… suerte que su hermana mayor me ayudó un poco.

Al ingresar a la sala, entró caminando bastante tranquila, pero se quedó congelada en la mitad del pasillo, e inmediatamente comenzó a decir que no quería y a devolverse por la misma puerta en la que entró…

Le pedi a su hermana que entrara, y nos esperara hasta que Emita superara el momento… asi que salimos de la sala, donde comenzó a desesperarse un poco, y finalmente a llorar, nos sentamos al lado de la salida, mientras le contaba que así es el cine, que hay una gran pantalla como si fuera una «tele gigante» y vemos una película… comemos cabritas, y tomamos bebida.

Las primeras respuestas fueron: «no quiero película», «quiero otro cine»…

Hicimos el intento 3 veces más, y el resultado era el mismo. Caminábamos, en el segundo intento la tomé en mis brazos, llegábamos un poco más allá de la mitad del pasillo y ya quería salir de la sala nuevamente. En uno de esos intentos, logré sentarme en la primera fila, para durar… unos 10 segundos? jajaja

Les confieso que en la tercera oportunidad ya estaba perdiendo la fé… pensé: umm definitivamente parece que no vamos a entrar, no alcanzabamos a estar ni siquiera 5 minutos paradas en el pasillo.

Pero en el siguiente intento dije: Vamos a contar… así que le dije, entremos nuevamente a ver al toro?… asi que nuevamente en brazos, y le dije: Contaremos hasta 10 ok?…

Y asi, entramos, nos detuvimos en el pasillo, y contamos del 1 al 10… inquieta igual, pero menos que al inicio, aceptó. Y terminando de contar, (debo haber contado 3 sets de 10… si, me «subí por el chorro» porque ya no estaba tan asustada) le pregunté de que color era el toro?.. negro respondió…

Y el amigo del toro?… café.

Y como hace el toro?… Muuu…

Ya llevábamos mas tiempo asi y le dije: Ema, sentémonos, mira, veamos a la cabra, como hace la cabra?… Baaaaa….

Llegamos a la primera fila, se sentó en el asiento, y maravillosamente no alegó más, y se quedó viendo la película!… lo mejor: Disfrutándola.

Tarán!!…

Lo logramos! i-n-c-r-e-i-b-l-e…

Lección para mí: no perder la fé… insistir, a su ritmo siempre. No forzar. Y tener mucha paciencia 😀

Ahora, a seguir llevándola, para que la experiencia de ir al cine se haga cada vez más entretenida y pueda disfrutarla con más confianza.